Crónica, firme junto al pueblo

Personal de la División Delitos Contra Menores de la Superintendencia de Investigaciones Federales, logró la detención de un hombre de 55 años quien padece de "enanismo" el cual era intensamente buscado por la justicia, acusado por "pedofilia y abuso deshonesto".

La causa judicial se había iniciado en el año 2003 cuando un niño, que por entonces tenía 15 años de edad le había contado a su madre que "en el ciber había un enano que manoseaba a los chicos y que les ofrecía dinero para tener relaciones sexuales". Ante este panorama, la madre del menor radico la denuncia correspondiente recayendo la causa en el Juzgado de Instrucción nro. 40, secretaría 139 de esta ciudad.

Según fuentes cercanas a la investigación, se pudo saber que el aberrante sujeto que fuera detenido, pululaba por distintos ciber de la zona de Once, Congreso, Monserrat y San Telmo. En ellos pasaba muchas horas y allí, por su aspecto "simpático y entrador" se ganaba la confianza de los niños que jugaban en las computadoras e inocentemente se les acercaba.

Detrás de esta situación de aparente acercamiento amable y amistoso, el detestable individuo escondía sus verdaderas intenciones. Una vez ganada la confianza del niño, como "el enano" tenía dificultades para caminar, les pedía que lo ayudasen a llegar al baño, pero una vez allí, no solo los manoseaba, sino que además les ofrecía dinero para tener sexo.

Recolectadas las pruebas por parte del tribunal y con el acusado prófugo, se le ordenó a la División Delitos Contra Menores de la Policía Federal que realice las investigaciones necesarias para lograr su detención.

Con lo único que contaban los investigadores era con dos domicilios, uno en la calle Combate de los Pozos al 1000 y otro en la calle La Rioja al 500, pero lamentablemente, chequeados ambos lugares, en ninguno de ellos el sujeto residía, volviendo así con la investigación a fojas cero. Sin embargo, redoblando esfuerzos, los investigadores, durante varias semanas y en distintos horarios, se dedicaron a chequear muchos de los ciber de la zona sur del centro porteño. En muchos de ellos, "el enano", así se lo llamaba, era conocido por ser asiduo concurrente, inclusive en muchos de esos cibers tenía amigos y fue por Intermedio de estos amigos que los detectives pudieron conocer un nuevo y posible lugar de residencia, la calle Monteagudo al 400 de esta capital.

Allí durante algunos días, los investigadores montaron una discreta vigilancia hasta que finalmente fue detenido en momentos en que salía de la vivienda.

Al momento de la detención "el enano" no opuso resistencia alguna, se supo además que le fue secuestrado de sus efectos personales un teléfono celular en el cual almacenaba imágenes pornográficas de niños y que también contaba en su haber con numerosos antecedentes por este tipo de delito.

El sujeto fue trasladado en primera instancia a la División Delitos Contra Menores y de allí a la Alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales.