"La Redacción de EL PAÍS quiere mostrar su disconformidad con el editorial titulado Caudillo Guevara, publicado el pasado día 10 de octubre. Más de dos tercios de los redactores (250) consideran que el texto publicado no abordaba en su totalidad la figura de un personaje como el Che Guevara que, con sus luces y sus sombras, es lo suficientemente compleja para haberla tratado como si no hubiera una escala de grises.
El Estatuto de la Redacción contempla la posibilidad de discrepar de un editorial siempre que se logren reunir las firmas necesarias, que cifra en un mínimo de dos tercios de los redactores. En ejercicio de este mecanismo de transparencia y democracia interna, único en la prensa española, se ha habilitado este espacio para dejar testimonio de nuestra discrepancia".
Este aviso publicado este jueves en la sección Opinión del diario español es el último capítulo de la saga de episodios que sobrevinieron al editorial sin firma titulado Caudillo Guevara que puede consultarse acá.
Además de numerosas carta de lectores y hasta la intervención del defensor de lector (uno en serio, no uno que sólo agradece la carta o la forwardea), El País es un buen ejemplo de cómo debería funcionar un medio de comunicación: un lugar de pluralidad, donde se puede ejercer el consenso y el disenso y en el que los trabajadores y lectores pueden contradecir la opinión y bajada de línea de los dueños y editores.
La figura del Che despierta amores y odios y la editorial en cuestión está redactada con virulencia y casi sin fundamentos, pero cuántos editoriales pasan y pasan sin que nadie aplique el disenso.
Los lectores deben tener espacio para cuestionar puntos de vista, pero también los propios periodistas y editores, me entiende?
Ha sido, sin dudas, una notable lección de democracia por parte del diario El País, un medio moderno y plural en un país que se ha esforzado por salir del oscurantismo franquista. En este sentido ha llegado lejos. Mucho más que los medios de aquí con pretensiones progresistas pero que lo único que copian de El País es el diseño gráfico (Perfil tiene a Nelson Castro en el patético rol de lector de cartas y Página 12 prohíbe críticas de libros que revisan la militancia armada montonera o censura notas sobre piquetes en Santa Cruz).
ResponderEliminarRespecto del editorial de El País (Caudillo Guevara), es preciso y brillante. El progresismo local recién podrá elaborar un proyecto potable, el día que deje de identificarse con la lucha armada y la revolución como mitos fundadores de su existencia. Hasta entonces, se la pasarán mordiéndose la cola... como hasta ahora
el diario el pa�s es el brazo escrito de telef�nica y otras multis y de la soberbia del socialismo moderno espa�ol de creerse que han llegado al primer mundo. No se olviden, Espa�a estuvo medio siglo sin periodismo viviendo de AM�rica Latina y ahora se hacen los vanguardistas. A no olvidar adonde ven�an los periodists espa�oles...
ResponderEliminarPapipo:
ResponderEliminarComo sabemos, El País es un medio de un grupo empresario, PRISA, y evidentemente tiene un muy buen aparato de marketing moral.
Sin embargo, y recordando lo que sucedió con Clarín y las muertes de Kosteki y Santillán, ellos también tuvieron su titular negro.
El medio que representa a la democracia española post-franquista reprodujo sin titubear la versión oficial de que los atentados de Atocha habían sido obra de ETA, una cohartada que no tardó ni 10 horas en caerse a pedazos a partir de los mensajes de celular de los que se sentían engañados. Uno de los responsables del diario, Josep Ramoneda, le dijo a este servidor que habían puesto ese título porque no creyeron que un presidente les pudiera "estar mintiendo de forma tan grosera". Como tímidamente empezaron a desconfiar de la versión, para zafar metieron en la cuarta línea de una editorial que ETA había "comenzado a utilizar una metodología propia de Al Qaeda" (sic). Al otro día se querían matar, y pasó todo lo que sabemos.
O sea: más allá de las buenas maneras que puedan desarrollar y de estos mecanismos participativos (que son deseables y seguro que permiten laburar mejor), no nos vayamos en elogios para El País. No vaya a ser que mañana tengamos que cambiar el titular.
En relación al comentario anterior: la verdad, ni el 5% de la izquierda se identifica con la lucha armada. No nos compremos los buzones mediáticos que nos venden sobre el tema Quebracho, por favor, no volvamos al menemismo.
Muy bueno el blog. Un saludo para todos los que me conocen.
Abrazos.
Marcel.
Sí Marcel, lo se lo del MKT moral. Pero yo sólo elogié la posibilidad de poder expresar el disenso dentro del mismo diario. Que no es poco. te lo imaginas acá?
ResponderEliminarGracias por los saludos.
ym qien sos marcel?
ResponderEliminarCómo quién es??? Marcel Marcot por supuesto
ResponderEliminarSalvando las distancias con este tema, hace algunos años, Ezequiel Fernández Moores, uno de los mejores periodistas que analiza la realidad deportiva, hizo comentarios muy fuertes en la extinta revista Mística (del diario Olé-Grupo Clarín) sobre el papel del periodismo en el Mundial 78, dando cuenta que la carta de un jugador holandés a su hija señalando que Argentina era un paraíso, fue escrita por el cronista Enrique Romero (en aquel tiempo trabajando en Atlántida). Al momento de aparecer esa nota, Romero se desempeñaba como corresponsal del diario deportivo desde España, lugar en el que falleció a fines de los 90.
ResponderEliminarINSTOP