adncultura, la nueva apuesta del diario La Nación, llegó por fin a los kioscos este sábado, con la confesión de su director, Jorge Fernández Díaz, de que les costó "mucho llegar a una síntesis en la que se dieran mano lo clásico y lo moderno, lo consagrado y lo nuevo, lo sofisticado y lo popular", según el mismo editorializó.
El producto es apenas menos elitista de lo que era hasta ahora el suplemento cultura del diario de los Mitre, que tenía entre seis y ocho páginas más una sección fija en la semana, pero no se advierte que allí intenten hacer una revolución periodística y tecnológica.
La nota de tapa es una charla íntima y deliciosa entre los amigos Paul Auster y Tomás Eloy Martínez y los columnistas que escriben Edgardo Cozarinsky, Fito Páez, Carlos Monsiváis, Francis Fukuyama y Stephen King. Hay una sección de ¡chismes de referentes culturales! (más aburrido que los textos de twitter), nota a la cordobesa Cristina Bajo y las críticas tradicionales.
Hay buenos anunciantes y textos cuidados, pero no se advierte lo que pregona Fernández Díaz, no sólo sobre la revolución periodística sino sobre las síntesis que concretaron o intentaron.
A no ser que lo innovador sea Cozarinsky confesando su pasión por las milongas o Páez escribiendo sobre Piazzolla y Tom Jobim. Un texto largo y profundo como el de Auster/Martínez es un hallazgo, es un acierto, pero no revolucionario.
Revolucionario hubiese sido que mandaran de gira a Ernesto Schóo con Washington Cucurto, que le pagaran el pasaje en el tren blanco a Alicia Arteaga para que traiga a los museos a unos cuantos hijos de cartoneros o que den cuenta de fenómenos nuevos o tendencias que deambulan en Internet.
De todas formas es un producto atractivo, que dan ganas de leer, que sospecho se superará y no ese bodoque que acompaña al catálogos de electrodomésticos. No entiendo de todas formas porque la edición impresa es similar a la digital, pero eso es parte de un debate más amplio y extenso.
Finalmente, me hubiese gustado saber por qué Tomás Eloy Martínez no fue de la partida: imagino que era más revolucionario que el concepto de revolucionario de Fernández Díaz y todos los Mitre/Saguier juntos.
En la página Web hay una sección que se llama "Que pasa en los blogs". Y aparece Darío Gallo, nomás...
ResponderEliminarhttp://adncultura.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=932536&origen=acumulado&acumulado_id=6731
Una cagada, al final hacen lo mismo que el Ñ. Las críticas no dicen nada, las mejores siguen estando en Perfil y Radar. La aparición del suplemento corona la verguenza que fue las últimas semanas el diario, anticipando su salida y esa fiesta con escritorzuelos y pseudoartistas.
ResponderEliminarSi es cierto lo que mi canillita amigo me dijo hoy, la pelea Ñ-ADN se va a la mierda: la Ñ pasaría a costar 1,50 a partir del próximo sábado.
ResponderEliminarPaso un dato que me dio gente de confianza en su momento: la Arteaga está o estaba casada con un mexicano dedicado a curador de arte. Según mi fuente, (yo no seguí el tema y habría que ver las notras de Arteaga de 2000 y 2001), la mina se dedicó desde las páginas de la tribuna de doctrina a hacer lobby, en forma muy sútil (y no tan sutil fuera del diario), para que Eduardo Constantini lo nombrara al mexicano consorte como director del flamante MALBA. No olvidar que en memdio de la construcción del museo, hubo lío con los vecinos de Palermo Chico por la edificación, que violaba flagrantemente el Código de Planeamiento Urbano. La Nación fue uno de los medios que más fervorosamente defendió el proyecto de Cosntantini tal cual estaba marcado en el estudio arquitectónico a cargo de la obra. O sea, un toma y daca. Claro que el MALBA abrió justo en diciembre de 2001 y el sueldo del mexicano no fue lo oneroso que él y su esposa hubiesen deseado tras el descalabro de los días subsiguientes. El tipo se las terminó rajando a los pcoos meses. A esa mina, Papipo, lo último que le interesa es acercar la cultura a las masas.
ResponderEliminarEsta gallo porque le chupa el orto a fernandez diaz
ResponderEliminarLa síntesis que propondrá adnCultura puede anticiparse con algunos figurones que participaron la fiesta de lanzamiento. Sin contar a los dueños de casa (Saguieres, Mitres y otras endemias), La Nación da cuenta de celebridades de la cultura como Horacio Sanguinetti, Juan José Sebreli, Nelson Castro, Joaquín Morales Solá, Jorge de Luján Gutiérrez (!!!), Santiago Kovadloff, Guillermo Marcó, Juan Carlos Blumberg, Alan Faena, Sergio Renán, Ernesto Schoo (la momia no muere... ¡y cómo jode!), Jorge Fontevecchia, Claudio Villarruel, Alfredo Leuco, Luis Majul, Mariano Grondona, José Miguel Onaindia, José Ignacio García Hamilton, Teresa Anchorena, Luis Ovsejevich, Pacho O Donnell, Gino Bogani y Antonio Salonia. Lindo mix, ¿no?
ResponderEliminarEl mundo político no estuvo ausente: Patricia Bullrich, Jorge Vanossi, Adalberto Rodríguez Giavarini, Horacio Jaunarena, Horacio Rodríguez Larreta, Eduardo Amadeo, Jorge Enríquez, Martín Redrado y Ricardo Gil Lavedra son parte de la cultura adn, qué tanto.
Papipo, seguimos indignados y mil gracias hermano.
ResponderEliminarEXIJIMOS LA REINCOPORACIÓN DE LOS DESPEDIDOS
La situación en c5n sigue idéntica. No alcanza con echar a Gustavo Mura de la gerencia. Hay que reparar el daño que causó en muchas familias y hay que poner en marcha un canal de televisión que hasta ahora lo único que causó fue burlas y risa en el público y en los despachos de TN.
Sigue el clima de miedo y de rumores de rajes y es obvio que con la situación a la que llevó la conducción del canal no se puede avanzar ni un milímetro. Hay que dar un paso adelante.
Nadie va a dejar un proyecto de lado para ir a trabajar a un lugar en el que un tipo puede decidir echarte sin ninguna explicación.
La actitud de Mura y Salomone fue suicida pero se puede reparar reincorporando ya mismo a los que fueron echados en las últimas tres semanas.
Queremos agradecer el aluvión de solidaridades que tuvimos, especialmente desde Canal 9. Les pedimos a todos que nos ayuden a difundir la situación, informando a todos los colegas de los medios, al Congreso, a todas las organizaciones.
Sabemos que en muchos canales hay condiciones precarias y se cometen arbitrariedades pero en c5n se sobrepasó un límite que nunca habíamos conocido.
No vamos a entrar en provocaciones. En c5n somos gente profesional, la mayoría con experiencia y otros con su primer empleo que necesitamos un mínimo marco y conducción para llevar adelante el canal.
Si se le dieron responsabilidades altisimas a un mínimo grupo de gente que apenas podía ser un asistente no es culpa de esa gente sino de Mura y Salomone. El único hecho objetivo que se puede evaluar es que con mucho presupuesto y tiempo a favor, Mura es capaz de armar el mayor desastre de la TV del que se tenga memoria. Y que Salomone como piloto de tormentas estrella el avión.
Se ve que estuvo entretenido con otras cosas Mura porque al aire sale no como un sargento de la bonaerense sino como una persona miedosa y que no sabe ni preguntar. Si hay alguien que piensa en el canal, su nombre estará en rosa en cuestión de horas.
Queremos decir que vamos a apelar a todas las formas civilizadas posibles para cumplir nuestro objetivo. Todos estamos llamando a la UTPBA y SAT y estamos al tanto de la indemnización que corresponde. Sería idiota que un canal empiece perdiendo centenares de miles de pesos. Hasta ahora en RRHH no dieron la cara.
Las denuncias por acoso sexual de muchas de nosotras, las que no entramos al canal, las que sí y las que fuimos despedidas las vamos a canalizar ya mismo a través de la UTPBA y vamos a poner al tanto a la diputada del ARI Marcela Rodríguez, a Gabriela Micheti y a Patricia Walsh. Los números son fáciles de conseguir o hay que llamar simplemente al Congreso o a la Legislatura. Tenemos derecho y la convicción de defendernos. Pero todo lo centralizamos en la UTPBA.
Apoyamos todas las movilizaciones que sean necesarias pero hay que armarlas bien. Es necesario que todos nos pongamos en contacto con gente de otros canales y medios y que venga la UTPBA y delegados de otras partes.
A esto nos empujaron.
Dijo el editor de Radar, off the record: "con la guita de Ñ o adncultura y nuestras ideas nos iríamos al carajo"
ResponderEliminarY es real. A Radar no hay con qué darle. Es innovador, bien escrito, y ese sí que tiene un punto de vista original
Y soy una lectora, no una amiga de la casa
Anónimo del 12 de agosto a las 16:12 minutos: no sé si Gabriela Michetti les dará bola: Eduardo Cura, su ex marido, tiene un programa en el canal de Hadad.
ResponderEliminarEl sitio web de ADN es un robo: dijeron que van a actualizarlo diariamente, pero lo que hacen a lo largo de la semana es poner en portada las notas que publicó la revista el sábado. Apenas ponen ahí alguna de las notitas pedorras que saca la sección cultural en la semana. Ah, y la mitad de los links que ponen en la página no funcionan.
ResponderEliminarque el ADN no es nada nuevo, absolutamente de acuerdo. Pero que Perfil está bueno es un horror. Para mí, pocas cosas más aburridas que el suplemento de Cultura de Perfil. Además no entiendo por quñe diablos todos creen que cultura es sinónimo de leer. Las críticas de libros, hace rato que no se ven.
ResponderEliminarEstimado Diego, en tu post manifestás una última inquietud (TEM-JFD). Pues no te preguntes más: tu imaginación te ha provisto de la respuesta que se verificó en la realidad. Lástima que no te toca premio.
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