Gravísimo

El fin de semana nos enteramos que a Román Iucht lo habían echado de TyC porque el grupo Clarín le cobró las deudas que tiene pendiente con Víctor Hugo Morales, jefe del periodista en Continental.

Me acaban de contar algo que a esta altura sospecho es un secreto a voces en el periodismo deportivo y no se si salió en blogs u otros sitios y que demuestra de manera crudísima cómo se manejan los que hacen negocios con el fútbol y tienen un inmenso poder en estas tierras.

Parece que Mariano Closs fue bajado del relato de la segunda final de la Copa Sudamericana, entre Arsenal y América, por haber criticado en el partido de ida al impresentable árbitro del encuentro y al responsable político de la designación que resultó ser una de las manos derechas del largo brazo de Julio Grondona, padre de Humberto, presidente del club de Sarandí.

Los Grondona pidieron la cabeza de Closs y le fue concedido por los Avila.

Parece que Humberto le advirtió a Closs que si iba a Sarandí para el segundo partido lo cagaría a trompadas (cuando se enteró el reemplazo Pollo Vignolo habría dicho que vaya a Closs así se cumplía la amenaza).

Hoy veía que la UTPBA se solidarizó con Iucht y tal vez haga algo o se le ocurra hacer algo similar con Closs. Sería bueno que se haga algo más que una comunicación de repudio, no sólo desde el sindicato sino desde el conjunto del gremio.

¿Se imaginan si la Casa Rosada pidiera la cabeza de... ehh, estee..., ehhhh?