Acusan a Santoro de encubrimiento

Transcribo este texto del periodista Juan "El Pájaro" Salinas no porque le dé crédito ni tampoco para desmentirlo, sino porque me parece interesante que desmienta a un periodista súper respetado y porque es más que probable es que esta posición no se difunda mucho. También porque es increíble que después del papelón que hicieron los medios con la cobertura de la AMIA todavía se sigan publicando boludeces.

Hace unos años, Clarín publicó ¡en tapa! una nota de (Daniel) Santoro en la que éste afirmaba que el detonante de la bomba de la AMIA había sido ingresado al país de contrabando... ¡durante el gobierno de Alfonsín!

Que lo pudiera hacer demostró que la cadena de la memoria estaba rota, ya que en la Argentina de los años '50, '60 y '70, en protesta por la proscripción de las mayorías populares, expplotaron miles de bombas, la mayoría a través de detonantes ("fulminantes") de mercurio, cuyo minúsculo tamaño hace que adentro de un atado de cigarrillos quepan 50 0 60.

Muchos, acaso la mayoría de esos "fulminantes" le fueron provistos a la "resistencia peronista" por Julio Troxler, un gran cuadro político de las FAP que fue subjefe de la policía bonaerense con los gobiernos de Cámpora y Bidegain, y que resultó asesinado por las Tres A.

Argentina es un país minero. Plantear que los terroristas que demolieron la AMIA y mataron a 85 personas debieron necesariamente importar los detonadores (en lugar de comprarlos en un vasto mercado, blanco y negro) es lo mismo que plantear, de manera excluyente, que cualquiera que vova en estos lares le es imprescindible importar limones. O bifes de chorizo.

Santoro vuelve a la carga (ver abajo) y repite con esta nota inefable, publicada ayer. Santoro, al mejor estilo Grondona, comete el sofisma de proponernos debatir de que nación puede ser originario el fertilizante, el nitrato de amonio, que, da por hecho, habría servido de base para confeccionar de manera casera él o los artefactos utilizados para volar la AMIA...

Cuando cualquiera que haya leído por encima el expediente judicial sabe que el amonal (que así se llama el explosivo industrial hecho con nitrato de amonio y polvo o virutas de aluminio) se fabrica en varios lugares de la Argentina. Hasta ahora, lo que se discutía era si el amonal había sido fabricado en Azul o en Olavarría (Delbene y Serris). Ahora, gracias a Santoro, se discute si se lo importó de Rusia, Ucrania o Estonia.

¿No será que Santoro trabaja para el encubrimiento?

¿Para la SIDE de "Jaime" Stiuso, chupamedias del eje CIA-Mossad?