Jorge Fontevecchia se queja de que a los impresentables premios Perfil no concurrió ningún funcionario del Gobierno, "ni de segundo ni de tercer orden, pues todos lo tenían expresamente prohibido, como confesaron algunos de ellos. No es que sorprenda, ya sucedió en los dos años anteriores, pero la repetición no debe impedir valorar el profundo desprecio por el periodismo que esta actitud vuelve a demostrar".
Me parece que Fontevecchia debería hacer terapia de pareja con Néstor Kirchner o algo así.
O que le pregunte a Joaquín Morales Solá cómo hizo para, en menos de un año, pasar de ser blanco de baldazos de mierda presidencial a lograr ser invitado a la quinta de Olivos y salir afrancesadamente oficialista.
Por lo que se leyó en este blog, yo que el tipo más que quejarse de que alguien no va a su fiesta trataría de esconder esos premios. Juro que alguna vez le tuve respeto.
ResponderEliminarLos Premios "9 de Oro" de Romay tenían más onda. Por lo menos no había esta bajada de línea berreta.
ResponderEliminarAyer leía la editoril on line de J.M.Solá y me quedó flotando la duda...dónde hablaba del interior de Olivos como si hubiera estado allí, pensé: se lo contaron.
ResponderEliminarAhora me queda mas claro como la crítica furibunda mutó a comentario ambiguo.
Jugoso el post
Daniel Ash
Que JMS se coma doblada la tarasca no invalida su labor periodística, en todo caso lo que la invalida sea su lábil pluma, hoy "sutil", mañana servil, y así..
ResponderEliminarQué loco no, este Fontevecchia. Se queja por la gente invitada opositora que no fue, pero a sus propios opositores (léase empleados que hicieron paro para lograr un aumento de salario) nominados a los Premios Perfil (o don segundo sombra como dijeron por ahí) ni les hizo llegar la invitación.
ResponderEliminarPObre Jorgito, me da tanta lástima...