jueves, 3 de mayo de 2007

Desparpajo

Jorge Galván Plaza, de 31 años, fue encontrado el viernes 27 último al borde de un camino del barrio Pepsi, en Florencio Varela.

Tenía un balazo en la sien izquierda, disparado a quemarropa. Cerca del cadáver estaba su DNI (para que fuera identificado enseguida) y manchas de sangre que denotaban que al hombre lo habían matado en otro lugar.

Galván Plaza recibía amenazas en los últimos meses por haber sido testigo del llamado Caso Viera, como se conoció al juicio contra cinco policías bonaerenses por torturar y matar a una mujer en una comisaría de Varela donde el ahora muerto estaba detenido.

"Hace ya tiempo que a Jorge lo amenazaban desde patrulleros que se paraban frente a su casa o lo cruzaban en la calle. Le hacían señas como diciéndole 'la vas a pagar' u 'ojo', pero él igual no quiso pedir de nuevo la custodia", declaró Luis Valenga, abogado de la familia de Galván Plaza.

La noticia del homicidio recién se conoció el lunes y apareció en los medios el miércoles.

Hoy el tema ya no está en los medios impresos y en Internet en algunos sitios o blog.

Ayer, miércoles, el gobernador Felipe Solá aprovechó que participaba de un homenaje a las Madres de Plaza de Mayo para referirse al tema. Lo textual que dijo puede encontrarse en la web de la gobernación.

Transcribo:

Jorge Galván, el testigo en el caso de Andrea Viera, asesinada aparentemente por una mujer policía, no sin colaboración, aunque la Justicia vio la culpa en ella sola y sobreseyó a todos los demás policías que estaban en la comisaría ese día, apareció con un tiro en la nuca hace una horas en Florencio Varela. Es decir que, con otros matices, la lucha que ustedes llevaron adelante sigue vigente para quienes gobiernan; no de una manera tan generalizada, ni como terrorismo de Estado, pero a veces sí como terrorismo de alguna corporación del Estado.

Hoy, mientras exista el caso López, el caso Brú, como el de Galván, como el de los amenazados, de los oprimidos, de los ignorados, de los ninguneados, de los maltratados por las fuerzas de seguridad, de los que saben que hay una tensión constante por su militancia, hará falta que su lucha continué y sea exaltada, robustecida, comprendida y seguida por quienes sean el Estado.


López desapareció el 17 de septiembre de 2006 (hace casi ocho meses) en territorio bajo el mando de Solá, a kilómetros del lugar donde amenazaron y fusilaron a Galván Plaza.

Tal vez el mandatario crea que la desaparición o el asesinato de personas, testigos de la Justicia, ocurre por generación espontánea o desgracia divina y que no tienen ninguna responsabilidad los funcionarios terrestres.

Tal vez el mandatario crea que la desaparición o el asesinato de personas, testigos de la Justicia, no son hechos gravísimos que merecen acciones importantes y que sólo alcanza con decir palabras sentidas o frases originales como "investigaremos hasta las últimas consecuencias".

Tal vez el mandatario crea que la desaparición o el asesinato de personas, testigos de la Justicia, no es un síntoma de que en la Argentina aún operan mafias policiales, parapoliciales, militares o paramilitares, que gozan de impunidad y zonas liberadas, muy en especial, en el territorio bajo su mando.

7 comentarios:

  1. Por lo general, me niego a hablar de Justicia cuando hablamos del Poder Judicial en Argentina, ya que solo tenemos una administracion de las normas legales, tan politizada, incompetente y corrupta como las mafias mencionadas: la "famiglia Judicial", corresponsable de la muerte de Galvan Plaza.

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  2. Papipo, Anibal Fernández lo dijo clarito respecto de López: se encomendó a "dios y la virgen" para encontrarlo...

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  3. Encontré este espacio porque estaba buscando información de Ricardo Canaletti, entre otros, y me apareció tu link.
    Ayer fui a una charla en la Feria del Libro en la cual él participó, si queres saber más entrá a mi blog que allí hice el comentario.
    Me gustó mucho tu espacio, es posible que te siga visitando.

    Cálidos saludos...

    {Natalia}

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  4. Resumo lo que pienso: estos hechos no se van a acabar nunca porque el macabro aparato es utilizado no sólo por "sectores del pasado" como afirmó algún presidente, sino también por los que dicen querer combatirlo para sus chanchullos políticos.

    Saludos

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  5. Tuve la oportunidad de entrevistar en la radio a un comisario de la 1ra de Fcio Varela (donde ocurrió lo de Andrea Viera) y dijo: "Si tiramos un tirito de más, ya nos juzgan de gatillo facil".

    Tambien entrevisté a la hermana de Andrea... tendría que buscar los audios para publicarlos por no tienen desperdicio.

    Saludos, JoN!

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  6. Pasan los años, los gobernantes y los crímenes se repiten sistemáticamente. Creo q hasta que no se extirpen de raíz las mafias y sus mercenarios de cada corporación –política, judicial, legislativa, policial, sindical, empresaria, periodística- estamos condenados a ser sus rehenes, testigos amordazados y víctimas. Y seguimos condenando a las generaciones que nos siguen.

    La palabra sin acción no sirve más q para alimentar el terreno de la impunidad y fortalecer al huevo de la serpiente.

    Mientras tanto, los desaparecidos siguen sin aparecer, el gatillo fácil no deja de gatillar y los inocentes siguen siendo los culpables, como supo decir “su señoría, el rey de espadas”…

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  7. A raíz del comentario final de la hija del Gordo Porcel (es posible que te siga...), me quede pensando, que lleva a pensar que entrar a ¨chusmear un blogs¨ es como ir de visita a una casa o a tomar unos mates a lo de un amigo, yo estaba convencido que entrabas, salias, volvias a entrar cuando se te canta. Ahora bien, no estare equivocado y resulta que le debo varios vinos y algunas docenas de factura a Papipo?.

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