Perfil violó lo que firmó en el Ministerio

Hace poco me acusaron de hacer un blog muy gremial (como si eso estuviese mal o fuera contra las reglas del buen bloggerismo) y de darle mucha difusión a conflictos laborales (como si eso estuviese mal o fuera contra las reglas del buen blogger), pero creo que difundir, alentar y participar de actividades gremiales o luchas por el bienestar colectivo no sólo es un fin en la vida sino que en el contexto actual de la Argentina en general y el periodismo en particular resulta clave, ineludible e impostergable.

Escribí y escribiré miles de palabras para denunciar a una empresa que detrás de su discurso de ética y periodismo puro, no sólo negrea a sus empleados y fomenta el carnerismo, sino que se caga en las leyes o las cumple bajo protesta porque cree que está por encima de los derechos y obligaciones adquiridos por millones de seres humanos.

Cuando Jorge Fontevecchia desinstaló la versión 1.0 del diario y dejó en la calle a más de 150 personas, concluí que un empresario como él -que también fundó y fundió decenas de publicaciones de la editorial fundada por su papá Alberto Peluca- no debía hacer (malos) negocios con tanta impunidad. Pero eso sí es una utopía en el contexto de un país tan poco serio como este donde las leyes se cumplen a veces y de a ratos.

En fin, hoy un editor de Perfil se desayunó con su despido. ¿El motivo? Haber adherido y participado de una medida de fuerza colectiva por más de 40 días que se había lanzado con el único objeto de tener condiciones de trabajo dignas y eso incluye el sueldo. Han tomado una represalia, pese a que se habían comprometido ante el Ministerio de Trabajo que no lo harían.

Ahora, la empresa vuelve a estar en conflicto. George & sus jerárquicos han vuelto a tirar una bola de nieve sobre una montaña nevada, lo que demuestra que además de cínicos, ignorantes e hijos de puta son torpes y burdos.

El comunicado de la comisión interna amplia la información; atentos al último parrafo.

En una clara violación del acuerdo firmado el lunes en el Ministerio de Trabajo, que determinara el aumento salarial reclamado por los trabajadores de PERFIL y donde se exhortaba a que no se tomaran represalias, la empresa le comunicó a Alejandro Wall, editor de Perfil.com, que cesaba en sus funciones invitándolo a que aceptara un “retiro voluntario”.

PERFIL justificó la medida acusando la participación del compañero Alejandro Wall en el pasado paro de actividades que alcanzó los 43 días. El argumento utilizado fue que la figura del editor es semejante al médico de guardia y que, por lo tanto, no puede parar. Llama la atención esta comparación entre la lucha por salvar una vida y una empresa dedicada a ganar dinero con la venta de productos periodísticos. Los editores periodísticos no son personal jerárquico, sino trabajadores que se encuentran amparados por el Estatuto del Periodista Profesional y el Convenio de Prensa.

PERFIL dice tener como bandera la libertad de expresión. Sin embargo, no respeta el derecho constitucional de sus trabajadores a adherir a una medida de reclamo, consagrada en el artículo 14 bis de nuestra Carta Magna.

A una semana del asesinato del profesor Fuentealba en Neuquén, se instaura en Perfil una suerte de criminalización de la protesta persiguiendo a los trabajadores que reclaman por una mejora en las condiciones salariales y laborales.

En consecuencia, reunidos en asamblea, los trabajadores del grupo PERFIL votaron en unanimidad restablecer el paro de actividades en defensa de sus puestos de trabajo hasta ser recibidos en audiencia por el Ministerio de Trabajo.