El periodismo, el periodista, la prensa, construyen y basan su subsistencia en la credibilidad. A mi me enseñaron o yo abrace la creencia de que un sólo dato, por menor que sea, derrumba la credibilidad de una nota.
Hoy leía una nota sobre Virginia Tech en la que se contaba que en la ciudad donde está enclavada la universidad los periodistas no son bienvenidos por todas las mentiras y datos erróneos o falsos que se publicaron sobre la matanza que llevó adelante el estudiante coreano Seung-Hui Cho.
Recordé entonces todas las burradas que se escribieron y comentaron sobre el crimen de Nora Dalmasso, AMIA o lo que se hace poco se comentaba en este blog del pifie de una redactora de Clarín con un foro de amantes de las picadas de autos.
Los errores periodísticos no son infrecuentes aquí ni en países de larga tradición en el oficio como Estados Unidos (donde hubo varios casos de periodistas que no equivocaban datos o historias sino que directamente inventaban una parte o todo).
Y las consecuencias que provocan son muy graves aquí como en cualquier parte del mundo.
El tema es el castigo.
¿Cómo debería castigarse un error periodístico?
¿Quién debería pagar por ese error, el redactor, el editor, el medio?
¿Cómo hace el público para saberlo?
Tendría que haber un órgano colegiado, que castigue estas faltas a la ética periodística. No pierdo las esperanzas.
ResponderEliminarEl redactor y el editor, el medio pagará con el descreimiento del público.
ResponderEliminarRedactor y editor, a la calle, sin miramientos o mandarlos nuevamente TEA a DeporTea, Al Cículo de la Prensa, al Grafotécnico, a la UBA, etc. etc. aunque me parece que es al pedo.
Pero, si están colegiados, acaso no tienen un Tribunal de ética o un comité de disciplina? Suena medio ingenuo de mi parte, vistas las circunstancias.
ResponderEliminarSaludos
Los errores son cada vez más frecuentes y deberían ser responsabilidad de los editores del diario, que la mayoría de las veces ni siquiera terminan de leer el texto que hacen los redactores.
ResponderEliminarLos que más gracia-bronca me dan son los errores de las infografías, que las hace un pibe que maneja el corel o el photoshop pero de ortografía cero. Este es un ejemplo http://casipublicable.blogspot.com/2007/04/los-planitos-de-clarn-el-periodismo-del.html )
en todos los países se comenten errores.
ResponderEliminarpero por lo menos en algunos (EEUU , por ejemplo) han renunciado periodistas por esa razón.
nunca oí que en argentina haya habido una renuncia por informar erróneamente. será que los medios son super profesionales...
Jorge
En Argentina no hay tribunal de ética periodística o similar. Y las veces que lo intentaron hacer fracasó. ¡Si ni siquiera hay un gremio!
ResponderEliminarYo creo -con toda humildad- que la única que queda es jugártela y decir que no. Que cierta información no está chequeada o no es real y no la vas a dar. Pero el periodismo es caníbal y se morfa a los periodistas.
Hablando de credibilidad, que habría que hacer con los responsables de Noticias, que el año pasado hicieron una tapa denunciando que el hijo de K trabajaba para Moneta, ilustrandola con una foto realizada "por asalto", y luego, al comprobarse que el muchacho era el yerno del banquero menemista, el bueno de Fontevecchia no sólo no admitió el grosero error sino que habló de una conspiración y una campaña del Gobierno en su contra?
ResponderEliminarProbablemente desde el Gobierno quieran destruirlo, pero la equivocación fue muy alevosa, y el no mostrar una actitud autocrítica respecto al error cometido, los deja evidentemente en offside... ese es el periodismo puro que tenemos
Azotes en Plaza de Mayo.
ResponderEliminarEl diario Perfil tiene una sección donde uno puede quejarse, y el encargado de la misma con su mejor cara (bueno parte de ella) le da las gracias.De todas maneras veo con simpatía la posibilidad de cortarle un dedo por falta al periodista que lo comete.
ResponderEliminarLa culpa es de Internet y, en especial de los bloggers que mandan cualquier fruta y luego los periodistas levantan informaciones erroneas. ¡Pobrecitos!
ResponderEliminarSi yo fuera periodista les haría juicio a todos los bloggers del planeta.
Error: una tapa de la vieja El Periodista, editada por Andrés Cascioli (nada menos, ningún santo de mi devoción), y conducida entonces por, creo, Osvaldo Corominas, tituló que si se vendían los terrenos ociosos que estaban en poder de las FF.AA., se cancelaba la deuda externa. Como la información resultó falsa, Corominas inmediatamente renunció, y así lo hizo saber la publicación en la siguiente edición.
ResponderEliminarLo peor es que los errores manchan la credibilidad de todos los periodistas y del periodismo en general, porque mucha gente nos mete a todos en la misma bolsa (como hacemos a veces nosotros con ellos).
ResponderEliminarera Norberto Colominas. Pero el tipo siguió laburando y muchos aÑOS despuéshasta llegó a ser jefe de redacción de télam!!!
ResponderEliminarPrisión para todos, YA!!
ResponderEliminarhttp://www.perfil.com/contenidos/2007/04/21/noticia_0006.html
ResponderEliminarpor favor epígrafe a la derecha
El primer paso: responsabizarse por el error, redactor y editor como mínimo. Le sigue el descargo y determinar la ausencia o no de profesionalismo y de intencionalidad.
ResponderEliminarSegún la magnitud del error, creo q para pagar caben desde el freezer a la renuncia o despido del periodista y el editor, sin obviar enfrentar la demanda legal que pudiera caberles a ambos y/o al medio.
Al público le informaría por todas las vías q usan habitualmente para bombardearlo con boludeces y operetas de prensa política, económica, farandulesca, deportiva, etc., ergo: gráfica, radio, TV (es más: con espacios pagos por el medio responsable de la publicación o difusión de la noticia errónea)…
Me pregunto y les pergunto ¿qué reconocimiento material puede resarcir la paz robada a una persona y su familia? ¿quién le devuelve la credibilidad de q gozaba antes de q a 2 ó 3 productores, editores, cronistas o movileros seducidos x las cámaras se les cantara meterse en su vida privada, erigirse en jueces, sentenciar antes q la justicia e inducir a la opinión pública? Creo q eso es criminal xq quien lo hace, además de pésimo ser humano y profesional es consciente de lo q hace. Y creo q en gran parte esto pasa xq nos olvidamos de q somos conectores entre unos y otros, sino hermano, dedíquense a las leyes y punto. Ay! Olvidaba un pequeño gran detalle: el potencial, excusa perfecta a medida de difamadores profesionales (y estúpidas/os también)...la cobertura del "por las dudas", del digo pero no digo lo q digo.
Son sumamente válidas las preguntas de este post, pero creo q antes habría q preguntarse el significado q la verdad y el respeto hacia el otro tienen para cada uno. ¿Todavía no vemos lo q significa q a mayor privatización de lo público, mayor exposición pública de lo privado? ¿Tan ciegos estamos, podemos permitirnos eso?
Me niego a juzgar a las víctimas, a justificar cualquier tipo de ataque en base al comportamiento, ideología o lo q sea q haga en su vida privada. Y recuerdo la AMIA, María Soledad, Nora Dalmasso, el Nono Pugliese, Miguel Bru y miles más…
Los periodistas no podemos prestarnos a reforzar la ideología nazifascista del "por algo será", "algo habrá hecho", "en algo andaría", "seguro q hasta gozó" ¿Se imaginan lo q ocurriría si en este marco se implementaran los juicios por jurado?
Los medios nunca se equivocan, salvo en las contadas excepciones en que uno conoce el caso de cerca.
ResponderEliminarLa falta de autocrítica por parte del periodismo es lo que hace que la profesión pierda credibilidad.
ResponderEliminarNo son sólo las informaciones sin chequear, las faltas ortográficas, etc.
Un inepto ex-presidente (y hasta el mismo K) denunciaron que alrededor de 200 periodistas cobraron dinero negro de la SIDE por distraer o mentir, y nadie lo investiga ni desde la justicia, ni desde el periodismo. ¿Qué se puede esperar entonces? ¿O de eso no se habla?
Saludos