Por Claudio Diaz
Este viernes será mi último día de trabajo en el querido Zonal Morón / Ituzaingó.
He tomado la decisión de renunciar al cargo de redactor que ejercía y, como es de rigor en estos casos, quiero despedirme de los amigos que gané durante mis siete años de permanencia en el diario y de los buenos compañeros con los que compartí muchas tardes entretenidas.
Pero no quiero irme sin antes explicarles, a ustedes y también a quienes ocupan los cargos jerárquicos de esta empresa, los motivos de mi retiro.
A fines de marzo la revista Veintitrés me pidió una opinión sobre el rol que cumplen los medios periodísticos y algunos intelectuales en la elaboración del discurso político actual.
Yo efectué una dura crítica a lo que se da en llamar el Grupo Clarín y acentué, particularmente, lo que a mi criterio había sido una clara manipulación informativa durante la cobertura del conflicto Gobierno vs. Campo, tanto por parte del diario como de Canal 13 y TN.
En este caso no hice más que expresar, libremente, la vergüenza que me provocó -como periodista pero también como simple ciudadano- el ejercicio “periodístico” del Planeta Clarín y sus satélites.
La reacción por parte de la empresa, como es de suponer, fue inmediata.
Y hasta la consideré razonable.
Es más: a uno de los colegas aludidos, Julio Blanck, le dí explicaciones acerca de por qué yo lo incluía en una lista de hombres de prensa que -desde mi punto de vista- sostienen un discurso “progresista” pero le terminan haciendo el juego al llamado establishment.
Hasta ahí todo bien.
Lo que siguió después es distinto.
Las autoridades editoriales (en este momento no se me ocurre otro término) le comunicaron a mis jefes que “de ahora en más” dejara de escribir la página 3 del Zonal (que se supone es la más “importante”) y que me limitara a hacer -es textual- “notas blandas”.
Una estupidez, realmente.
Pero pocas horas después se emitió otra orden: que no se me autorizara a tomar la totalidad de días de vacaciones adeudados, que había pedido para esta semana..
No dieron argumento alguno para justificar la negativa.
La verdad es que por ninguno de estos dos castigos tendría que haberme hecho mala sangre.
Sin embargo, dije “basta” y tomé la decisión de no seguir adelante con mi trabajo en el Zonal, harto del doble discurso de este diario, de su hipocresía, de pontificar en sus editoriales y notas de opinión una cosa para después hacer otra.
Es tanta la repugnancia que sentí por quienes posan como adalides de la libertad de expresión que me dije a mi mismo: “hasta aquí llegué”.
Quiero decir: hace más de 20 años que ejerzo el oficio de periodista; conozco perfectamente los condicionamientos que nos ponen para atenuar o directamente diluir nuestra vocación de contar y decir las cosas como uno cree que son, aun a riesgo de equivocarse.
En fin, en casi todos lados he comprobado (eso tan viejo pero siempre vigente) que una cosa es la libertad de prensa y otra la libertad de empresa.
Pero lo que viví en Clarín en los últimos tiempos superó todo… Gracias a Dios, ¡todavía tengo vergüenza!
Pero lo que ya no tengo es estómago para tragarme las cosas que hace este diario en nombre del periodismo.
A esta altura ya no puedo soportar tanto cinismo.
Como cuando desde un título o una nota se insiste en que no decrece el nivel del trabajo en negro y las condiciones laborales son cada vez más precarias, siendo que en todas las redacciones del Grupo se emplea a pasantes a los que se los explota de manera desvergonzada, obligándolos a hacer tareas de redactor por la misma paga que recibe un cadete, sin obra social ni vacaciones.
Es el mismo cinismo de despotricar contra la desocupación al tiempo que se lanzan a la calle nuevos productos sin contratar a trabajadores, duplicando y hasta triplicando el horario de los que ya están dentro de la maquinaria.
Es el mismo cinismo de presionar a redactores para que se conviertan en editores, bajo la promesa (falsa) de que “algún día” se les reconocerá la diferencia salarial.
Si, como se sostiene el martes 15 en la cotidiana carta del editor al lector, “son los medios y los periodistas los que deben regularse y actuar con responsabilidad democrática”, pues bien Sr. Kirschbaum, yo empiezo por esa tarea. Porque si Clarín tanto se rasga las vestiduras asegurando que respeta la libertad de expresión, ¿por qué sanciona a un periodista que vierte, ejercitando esa libertad de pensamiento, una opinión?
Tengo otras cosas para decirle a usted y a quienes lo secundan (si es que a esta altura todavía están leyendo…): la demonización que practica el diario a través de un “inocente” semáforo que cumple la misión de dividir al mundo en ángeles y demonios (según el interés ideológico o comercial del Grupo), ha llegado al nivel de un verdadero pasquín que nada tiene que envidiarle a las publicaciones partidarias.
Es peor todavía, porque éstas tienen la honestidad de reconocerse como expresiones de un partido político o de un espacio ideológico.
En cambio, Clarín se imprime bajo el infame rótulo de periodismo independiente…
En pos de engrosar la cuenta bancaria se ha perdido todo decoro.
Da la sensación de que los que se llaman periodistas o columnistas ya ni sienten un mínimo de pudor por haberse convertido en contadores del negocio mediático, desvividos por saber cuánto dinero ingresa a las arcas; lo único que les falta es salir con el camión de Juncadella.
Digo esto porque ha sido patética, en la misma carta del editor del martes 15, la reacción editorial contra otros medios periodísticos competidores que estarían atreviéndose a morder un pedazo del queso que el Grupo quiere deglutirse, como de costumbre, solito y solo, calificando a aquellos de miserables, travestidos y miembros de una jauría.
¡Después cuestionan a D’Elía o a Moyano por las palabras “ofensivas” que lanzan contra el periodismo independiente y democrático!
La mayoría de quienes me conocen saben de mi simpatía y hasta cierta militancia por el peronismo.
Pero también saben que no me une ningún tipo de relación con el gobierno, ni con su tan temido Observatorio de Medios, ni con los jóvenes de la Cámpora ni tampoco con sus “grupos de choque”.
La aclaración vale para que estén tranquilos y no piensen que durante estos siete años fui un agente infiltrado en el Zonal Morón.
Simplemente amo el trabajo periodístico, tengo pensamiento propio (aunque, qué le vamos a hacer…: no es el políticamente correcto) y un compromiso de honrar mi oficio.
A Ricardo Kirschbaum, a Ricardo Roa y a tantos otros que mandan les digo que estoy preparado para asumir lo que venga, porque no me extrañaría que las redacciones de otros medios empiecen a recibir llamados telefónicos pidiendo que se me prohíba trabajar de lo que soy.
Tan libre me siento, tan espiritualmente íntegro de poderles decir lo que les digo (aunque les resbale), que ya no me importa si la larga mano del Grupo le pone candado a mi futuro para no dejarme otra opción que trabajar como remisero o repositor de supermercado.
Me voy orgulloso de haber seguido aprendiendo lo que es vocación, oficio, dignidad y ejercicio responsable del buen periodismo.
Que me lo dieron los jefes de los zonales y un montón de amigos y compañeros a quienes no voy a nombrar para evitarles quedar marcados por mi cercanía afectiva.
Me voy avergonzado de la conducta de quienes deberían honrar el trabajo periodístico y no lo hacen.
CD/
¿De dónde lo sacaste Papipo? ¿Dónde lo publicó?
ResponderEliminarQuisiera poder reproducirlo con conocimiento de la fuente.
Un merecido reconocimiento a tan noble descargo. Ojalá tenga posibilidades de seguir trabajando en un mundo donde los perros le van a saltar a la yugular.
no conocía a este muchacho, pero la verdad que entre tanto humo reconforta un poco saber que hay gente así.
ResponderEliminarToro, está circulando en foros de periodistas
ResponderEliminarNazanoni no habla nada de su patronal???
ResponderEliminarClaudio Diaz lo mandó por correo interno a muchos de sus compañeros y a la cúpula editorial del diario.
ResponderEliminarGracias por publicarlo Papipo, muy bueno y elocuente acerca del trasfondo de la realidad periodística en un sistema basado en la hegemonía del lucro.
ResponderEliminarEncomiable lo de Claudio Díaz.
ResponderEliminarOjalá este rasgo enorme de dignidad no le corte la carrera. Hay que bancarlo, es de los nuestros, o en todo caso, quisieramos ser como él.
PD: 100 por 100 verdadero que se van editores que cobraban como tales y ponen a redactores que siguen con el mismo sueldo.
Esta carta debería ser una lección que muchos no podemos olvidar. Saludos!
ResponderEliminarQué huevos los de Claudio!!! Tenía que ser peronista carajo, no me podía defraudar un compañero. Ojalá en este oficio haya más perucas decididos a dar la batalla para transformar la realidad y menos troscos que critican desde blogs pero no tienen drama en laburar en los medios del establishment.
ResponderEliminarUn aplauso para Claudio...
No me doy x aludido, pero si sabés de algún medio que no sea del establishment que pague más o menos bien avisame q mando curriculum
ResponderEliminarES PEC TA CU LAR !!!
ResponderEliminarAguante Claudio Díaz!!!
toda mi admiracion para el señor Claudio Diaz
ResponderEliminarVIVA ZANONI, SU BLOG ES INTERESANTE, ESTA VERGA DA ASCO.
ResponderEliminarMe preparo para que me puteen.
ResponderEliminarSi bien estoy de acuerdo con que Clarín no respeta la libre opinión y que son laboral y políticamente una de las peores bostas del medio... me van a decir que es de ahora, y que recién ahora, después de 20 años, se dio cuenta? Por favor...
Si no querés trabajar para un medio monopólico, que pone y saca gobiernos a su antojo y fue cómplice además de la dictadura, la elección es no laburar ahí desde el primer minuto, no cambiar de idea a los 20 años. Y bancate las consecuencias de tu elección política pasando hambre o laburando de otra cosa durante esos 20 años, no llorando cuando te aplicaron una sanción.
Es como cuando Béliz "se daba cuenta" de que el gobierno de M*n*m era un nido de serpientes, cuando fue el que le escribía los discursos.
O sos ético siempre, o bancátela porque ya conocés las reglas del juego. Los "arrepentidos" no me van.
Probaste la verga de Papipo che???
ResponderEliminarHablando del blog de Nazani, viste Papipo las boludeces que postea de bloopers y reflexiones sesudas?
El otro día hasta hizo un post parecidos a los tuyos d eponer sólo un título.
Bien por Claudio Diaz.
ResponderEliminarCuántas verdades dice ese texto. Para completar mi opinión me gustaría saber dos cosas: cuánto tiempo hacía Díaz que trabajaba en Clarín y cuál fue la declaración textual de Díaz que publicó Veinitrés.
ResponderEliminarOjo que no es caza de brujas, es curiosidad y también una forma de entender la real dimensión de la decisión que Díaz tomó.
Acertada, en mi opinión.
ENTRA A RABASALAPROVENZAL.BLOGSPOT.COM
ResponderEliminarMIRÁ LOS VIDEOS DEL PANQUQUE DE TINELLI QUE TVR NO TE VA A MOSTRAR!!!
Herbie...Diaz no es un arrepentido, a mi mas bien me parece que es un periodista que se hartó. Todos los que laburamos en el gremio y en un medio comercial nos tenemos que bancar un monton de cosas, algunos mas, otros menos, y a veces llega un punto en el que nos hartamos. Tampoco pide que le levantemos un monumento, sólo quiso expresar lo que sentía. Luis.
ResponderEliminarMuchachos, vamos preparando una vaquita para ayudar como corresponde a un tipo con estos cojones. Claudio es culpable de ser peronista. Parece que en el país de Clarín es lo mismo que ser caca. Podrían, sus compañeros del diario, como María Seoane y otros, sacar una solicitada al respecto. ¿Y la UTPBA dónde está cuándo pasan estas cosas?
ResponderEliminarOjalá que le vaya muy bien y que pronto consiga trabajo en un medio donde vuelva a disfrutar del periodismo.
ResponderEliminarEn mi experiencia, es posible irse de una empresa periodística grande (en tamaño) después de decir y hacer lo correcto, como en este caso, y conseguir un puesto mucho mejor y -lo más importante- en un ambiente más sano.
Para los que siguen en Perfil, Clarín, Grupo La Nación, etcétera: ¡HAY LABURO! Peguen el portazo de una vez.
Como dice el pastor: Pare de sufrir.
En cierto modo el respeto es para alguien como Diaz, que en su momento, trato de plantear diferentes formas desde adentro... Quizas tratando de hacerse entender como en algun momento lo hizo el Sr Tato en la dictadura. Todo a sonrisa y auto destruccion con una clase magistral de ironia.
ResponderEliminarSAluts y el aguante para él
En un par de días, este tipo está laburando para Lanata. Apuesto lo que quieran.
ResponderEliminarotra mas del grupo y su gente. Me parece a mi, o lorena maciel, ahora en tn, se transformó en una señora gorda, reaccionaria y muy pero muy de derecha (además, esta muy muy histérica)
ResponderEliminarClaudio Diaz es un periodista fuera de lo común. Yo diría un hombre y un periodista excepcionales. Triunfador en aquel ODOL Pregunta de Cacho Fontana, cuando tenía 12 años contestando sobre “Selecciones Nacionales de Fútbol”, le compró a su mamá la casa familiar con el dinero del premio ganado. Fundador de la FM Haedo con los Centros Culturales Discépolo y Jauretche de esa localidad, fue el Jefe de redacción de la famosa revista “Jotapé” de los ´80s. También fue ganador del “Martín Fierro” como integrante del equipo periodístico de radio Mitre y tuvo la responsabilidad de organizar la Red Informativa de TE LE FE con un excelente equipo de profesionales y luego el Noticiero de TE LE FE Noticias. Autor del “Manual del Antiperonismo Ilustrado” lo presentó en “El General” con el prologo y la presencia de Mario Oporto. Amigo del legendario “Gato” Carbone que fuera director de “Línea” y “El Despertador” Claudio Díaz fue colaborador en la revista “El Periodista” En gráfica trabajo en “Crónica”, “La Razón” y des+-de el 2001 en el diario Clarín. Realizo la comulación del libro “La Prensa Canalla” (El Cid editor) y con Antonio Zucco escribió “La ultraderecha argentina” (editorial Contrapunto). En 1989 ganó el premio latinoamericano de periodismo José Martí por una serie de artículos publicados en la Razón sobre las sectas evangélicas financiadas por los Estados Unidos. Por esa investigación viajó a Cuba y fue recibido en persona por Fidel Castro. Hincha de Boca y Deportivo Morón, escribió en el libro “A LA BOCA” varios trabajos sobre la trayectoria de 100 ídolos del Club zeneixe y “Morón el Grito Nuestro de cada Sábado” que refiere a la historia de ese Club futbolero. Uno de mis orgullos personales, las cosas valiosas que uno siente en la vida como un galardón, fue su dedicatoria en la primera página de su excelente libro “Manual del Antiperonismo ilustrado” donde describe inteligente y sanamente a la mentirosa “progresía” antiperonista. Allí me decía entre otras cosas: “Porque al lado tuyo aprendí a conocer al peronismo…y otras cosas que me sirvieron para crecer en la vida…” este acto suyo me muestra la clase de madera con que ha sido construido. Para nosotros, los compañeros, sus admiradores del barrio, su gesto de “asco” nos devuelve la dignidad de practicar el periodismo y el peronismo.
ResponderEliminarMARTIN GARCIA
Pido perdón por las posibles inexactitudes, pero convendrán que Díaz es un apellido que se presta a confusiones. Yo tengo una duda que me carcome: ¿éste no es el mismo que hace muuuuuchos años capitaneaba la revista Jotapé bajo las órdenes de Galimberti? Nadie lo discrimina por ser peronista, pero haber trabajado para Galimberti, Dios mío, eso sí que es como para hacerse cuestionamientos y hartarse.
ResponderEliminarSi se trata de la misma persona, es alguien que siguió, y siguió y siguió hasta recalar en "el monopolio" durante siete años. ¿Y recién se harta ahora? Me parece que la época de los portazos y las indignaciones debió haber tenido lugar cuando obedeció órdenes de ese sorete, pistolero, asesino y entregador de sus compañeros que era Galimberti. Si estamos hablando del mismo periodista, ¿por qué le llevó tantos años adicionales llegar al punto del hartazgo y el cuestionamiento metafísico? Y ¿por qué nunca el auto-examen de conciencia, sino, como bien dice Daniel unos comments más arribas, la sacrosanta indignación al estilo Béliz?
Vaaaaamos
Resulta que ahora en vez de discutir las bestialidades del Grupo Clarín, vamos a juzgar a Claudio Díaz. Los que escriben en este blog son igual que la gorda Carrió buscándole la quinta pata al gato.
ResponderEliminarQue van a decir los que defendían a los medios en su pelea con el gobierno.
Los medios son impresentables macho. Clarín miente, TN desinforma y el resto acompaña.
Insisto Papipo, averigua cuáles son los intereses de José Aranda en los pooles sojeros. No es muy difícil.
El resto no lo sabe y compró que los del campo son buenos muchachos? Lo único que tienen de eso es que son una mafia.
Lo que hizo Claudio hay que hacerlo en cualquier profesion.
ResponderEliminarDemostrar dignidad.
Con dignidad e integridad nunca hay pobreza.
Aguante, carajo.
"Se ha guardado su comentario y podrá visualizarse una vez que el propietario del blog lo haya aprobado".
ResponderEliminarLa proxima vez que toques el tema censura hace una autocritica Papiper.
Dr No, estimado. Este blog va a cumplir tres años, pero la moderación de comentarios tiene meses. Sabes para qué es? Para que no se publiquen mensajes del estilo fulanito chupa pija o tus hijos deben ser mogólicos. Debería guardar los mensajes que no apruebo y publicarlos para que vean las pendejadas q se hacen en nombre de la libertad de prensa.
ResponderEliminarCensura? Censura para mi es otra cosa.
A los que atacan a Claudio Díaz porque renunció ahora y no lo hizo antes o porque entró a trabajar a Clarín y ahora pareciera que tendría que aguantar como una cruz de por vida estar allí sin derecho a chistar, les pregunto:
ResponderEliminarEn su vida rígida, correcta e impoluta que parecen tener, ¿jamás han tenido que aguantar condiciones adversas?, ¿nunca han dado tiempo de gracia para una situación o para una persona? ¿Nunca en su vida han cedido por la necesidad de suplir alguna otra?, ¿todo y a todos los juzgan de entrada sin dar el beneficio de la duda?
No se si es el caso de esta persona a la que no conozco, pero esta sociedad en la que vivimos no es precisamente el paraiso de las oportunidades para creer que en un momento dado se puede elegir entre una baraja de buenas cartas y mantener las mismas condiciones indefinidamente.
Además todos tenemos derecho a cansarnos y querer cambiar.
Que duros! Ojalá la vida los siga tratando bien.
Semiramis, ya que veo que coincidimos en algunas cosas, faltaría agregar que tampoco parece haberse cansado cuando trabajó anteriormente en el Grupo Clarín (Radio Mitre), ni en La Razón (en la época de Spadone o en la del Grupo Clarín?), ni en Telefé con Vigil, ni le dio asco trabajar con Varela Cid (sin comentarios; para los olvidadizos, fue el que metió a Cavallo en el Congreso y el que lo acercó a M*n*m).
ResponderEliminarNo me jodan, no es un pibe que sólo trabajó en publicaciones dirigidas por la Madre Teresa de Calcuta. Un día van a venir Tenenbaum o Zlotogwiazda a decir que en realidad no sabían que el Grupo Clarín era esto o aquello, que ellos son los mismos muchachos de siempre.
Veo que sólo nos asqueamos cuando nos sancionan. Es la misma metodología del sindicalismo local, que sólo le hace paros a un gobierno si no recibe parte de la torta.
Sé que disentiré con la mayoría, pero repito mi concepto de líneas arriba: me da asco la falta de libertad como la del Grupo Clarín, pero las vírgenes asustadas, los que parecen recién llegados cuando llevan años y años de formar parte de la misma lógica empresarial de libertad condicionada de prensa, me dan el mismo asco, porque son quienes legitimaron eso formando parte de los medios.
Y Papipo? Todavía no averiguaste los interese sojeros de Aranda, vice de Clarín?
ResponderEliminarDeb, te lo voy a explicar de otra manera.
ResponderEliminarVos laburarías para un delincuente y después dirías que eras una víctima suya?
Vos matarías o robarías no sólo para dar de comer sino para hacer lo que te gusta mientras das de comer?
Vos darías el beneficio de la duda a alguien que no está empezando sino que tiene una carrera hecha en aceptar no sólo a Clarín sino a otros iguales o peores y justo ahora, cuando su partido se opone a la postura política de su lugar de trabajo, denuncia su falta de libertad?
Si tu respuesta es sí en los tres casos, evidentemente caminamos por veredas diferentes.
Sí, tengo una vida con principios bastante rígidos. Para medios dirigidos por narcos, que hagan lavado de dinero o que pretendan regir al país no laburo. Me costó un fuerte perjuicio económico, pero me lo banqué. Laburé de otra cosa, y lo sigo haciendo, cuando tuve la chance de entrar a un medio monopólico o manejado por el propio Satanás.
Si la opción es laburar para alguien siniestro ganando más, o ganar poco laburando para un empleador menos repudiable, me quedo con esta última. Fue el camino que elegí en mi vida, y a cualquiera que lo haya tomado le consta que es el más duro y sacrificado, pero el que te deja dormir en paz cada noche.
Ojo, cada cual puede elegir su camino, pero lo que no puedo aceptar es tomar la vía fácil y después lloriquear por las consecuencias de la vía elegida (como el "yo no lo voté" que tantas veces escuchamos, una actitud que lejos de tener la valentía del que enfrenta al mal tiene la cobardía del que niega las propias responsabilidades).
Por dios un periodista del Zonal de Clarín que habló con la cúpula del diario? Jajajajajajajajaja, qué gracioso, no debían saber ni siquiera quién era. Recuerden, TODOS SOMOS ESCLAVOS DEL SECTOR 7G, despierten.
ResponderEliminarClaudio Diaz. Un cuatro de copas que mañana estará laburando en el Gobierno. Pero dice la verdad. Nadie puede criticar al medio en el que trabaja. O si?
ResponderEliminarAPLAUSOS, APLAUSOS Y MAS APLAUSOS!!!!!
ResponderEliminarFIRMA: una periodista de LA NACION que va por el mismo camino.
Daniel, querido, ¿es cierto que pecaste de inociencia haciendo la nota en Veintitrés tirándote contra el medio donde laburabas? ¿De verdad pensás, pensaste, pensabas que no te iban a tirar las bolas? mmmmmmmm permitime la duda. O por ahí sos una lama que se lanzó en la nota-bonzo para inmolarse. En fin, si sos feliz, te deseo suerte. Todo lo demás, no sé, creo que fue al... pedo. Pero creo que Lanata o en el Gov. vas a tener un poco más de... ¿libertad?...
ResponderEliminarDaniel evidentemente tienes información que no está en la sola carta, más allá de su CV que alguien más arriba esbozó. A mi en todo caso la carta me parece una postura digna y por sí sola la aplaudo. Si las razones son las que dice u otras, tomar ese tipo de decisiones en todo caso no es fácil, 1, 2 o 20 años después de no haberla tomado antes. Si alguna vez llego a conocer a Claudio Díaz, entonces seguramente me formaré una opinión sobre él. Mientras tanto en este espacio mi único punto de discusión es su carta.
ResponderEliminarAlguien puede publicar lo que Diaz le dijo a Veintitres?
ResponderEliminarSimple: la verdad es independiente de la personalidad del emisor. Si Patti (por poner un ejemplo cárnico) dice algo que es cierto, sigue siendo cierto independientemente del personaje.
ResponderEliminarhttp://www.zarateinforma.com.ar/
La última vez que un periodista de La Nación renunció puteando por la línea editorial de su mendio fue en 1900 por una nota que firmó el mismísimo Bartolo. No jodamos. De ese ministerio de Agricultura y Diario llamado La Nación, no se va nadie. Y menos enojado contra los patrones.
ResponderEliminarChe, pero Claudio Díaz es peruca y hasta hace poco laburaba para el establishment, o sea, tu teoría se cae, primo o amigo de auténtico anónimo.
ResponderEliminarAcabo de mandar un mail solidarizándome con Claudio Díaz. Después abrí el blog y me encontré con el texto y con los comentarios. En el mail que mandé digo que debería haberse dado cuenta antes de lo que era el medio adonde trabajaba, pero que a mí me había costado 10 años. Sí, diez años de laburo en el mismo lugar y no conocía a toda la gente que trabajaba ahí, mejor dicho, desconocía a decenas de personas con las que me cruzaba a diario en la redacción del diario. ¿Por qué? Porque Clarín incorpora anualmente casi un centenar de pasantes, y existen modalidades de contratación del tipo de: facturista, colaborador, contratado, pasantías, etc. Todos los años se hace, o se hacía, la fiesta de los pasantes que culminaron su pasantía, con lo cual tenés a decenas que se van y decenas que llegan así que imaginense lo que es esa redacción. Por ahí he leído en el blog que un "anónimo", descree del hecho de que Claudio hablase directamente con la cúpula del diario. Debo decir que no es extraño cruzarse con Kirschbaum o Roa en la redacción y entablar una charla con ellos, es más, en más de una oportunidad te encontrabas con que se te acercaban de atrás y te ponían la mano en el hombro y era Roa que te decía: "Y... compañeros... como va la edición". Lo que daba lugar al chiste famoso acerca de "cómo cojen los marcianos". A mí me despidieron a finales del 2000, junto con 240 compañeros más. El telegrama de despido decía: "... por haber participado en asambleas". Asambleas que se constituyeron porque el diario empezó a despedir compañeros. Asambleas que decidieron crear comisiones de estudio de las diferentes modalidades de empleo por parte de la empresa y de las condiciones en que revistaban estos compañeros. Que constituyeron una comisión de defensa de las condiciones de trabajo de la mujer, porque también en Clarín, se persigue a las mujeres que tienen la osadía de embarazarse, entre otros padecimientos. Asambleas que en definitiva decidieron formar una comisión interna que represente al personal de periodistas. Mejor dicho, se decidió completar en cantidad (por el número de personas empleadas podían ser hasta 15 los delegados) a la comisión interna que ya existía, y que muchos de nosotros desconocíamos. Cuando digo desconocíamos, lo digo en el sentido de que ignorábamos que existiera. Estas asambleas fueron denominadas por Ricardo Roa: "La primavera de Praga". En alusión a la futura llegada de los tanques. Cosa que sucedió.
ResponderEliminarDebo decir que he leído las opiniones de Daniel, y las respeto profundamente, desgraciadamente para aquellos que no tenemos pertenencia política, o una formación ideológica determinada, es muy difícil entender que el hecho de trabajar en el diario más vendido, el más premiado, no es un avance en lo profesional sino un retroceso en lo ético. Uno de los compañeros de aquella Comisión Interna, con los mismos criterios éticos de Daniel, se enteró de que yo tenía un hermano policía, y me dijo: "¿Cómo podés tener un hermano policía?". Y... qué se yo, mi hermano es cabo de policía en Puerto Deseado, y si eso me cierra el cielo de los progresistas, la verdad no sé qué culpa tengo. Por otra parte tengo una historia golpeada por la represión que de alguna manera me habilita a opinar y disentir con el pensamiento de ciertos cuadros ideológicos. En fin, reitero mi solidaridad para Claudio Díaz, y no puedo más que sonreír ante algunos de los argumentos de su renuncia, sonreír por la ingenuidad que manifiesta al aludir al periodismo independiente, y que reitera al dudar de la actitud persecutoria que va a tomar el Grupo ahora. En mi caso, si bien cobré la indemnización que me correspondía y eso me ayudó a vivir desde esa época, y salvo un par de años en los que viví en Italia y donde trabajé en el Messaggero Veneto, un diario de Udine, acá, en la Argentina, desde entonces no trabajo como periodista. Y es el caso de otros compañeros de aquella comisión interna que no nombro porque no sé si les interesaría.
Anibal Ces
Aníbal, respeto tu opinión, pero no es lo mismo que un tipo te pregunte "Cómo podés tener un hermano policía?" que critique una elección tuya de vida.
ResponderEliminarEs absurdo que alguien pretende responsabilizarte por la elección de tu hermano, no tenés decisión ni manejo sobre su vida. Muy distinto es que te responsabilice por tu propia elección laboral.
Por lo demás, hasta cierto punto estoy de acuerdo: es un avance en lo profesional y a la vez un retroceso en lo ético. Está en cada uno ver hasta dónde quiere avanzar en lo profesional y cuando la ética , esa molesta voz interior, te frena la carrera. Lo siento, por ahí viví con el freno de mano puesto.
Un abrazo a Claudio por su compromiso contra el doble discurso. No sé en realidad cuántos medios pueden considerarse ajenos a esa situación, de todas formas.
ResponderEliminarRepositor de supermercado parece mucho más digno, hasta que te mandan -como hicieron por ejemplo con la gente de Carrefour- a llenar la plaza para el acto de Cristina.
Sobre el comentario de Anibal Ces, es increible que el justificativo para un despido sea la participación en asambleas, que es un derecho.
Que la supuesta independencia de Clarín no es más que una burda tomada de pelo, no quedan dudas. Sólo basta con mirar el diario con un poco de detenimiento, ver qué datos sobresalen y cuáles se omiten en las notas que nadie firma.
Un grupo que, como mínimo, tiene un manejo prácticamente monopólico de las señales de cable no puede pretender que alguien le crea cuando dice ser independiente.
hay que ser boludo para criticar a la mano que te da de comer....
ResponderEliminarhay que ser boludo para criticar a la mano que te da de comer....
ResponderEliminarPapipo, una duda: yo publiqué la misma carta en mi blog y puse el link de donde la había sacado porque no conozco a Díaz y no tengo motivos para que me envíe la carta. Usted la recibió de Díaz o, como dice, circula en "foros de periodistas"? Si es así, no tendría que haber puesto el link? Pregunto, no sé, por ahí se le pasó.
ResponderEliminarUn boludo
ResponderEliminarPeralta, me llegó x email.
ResponderEliminarA mí también me llegó por email. De una de esas cadenas ("Nac&Pop", "Encuentro nacional", etc.) que reproducen todas las notas de diversos medios en las cuales cuentan con orgullo que Kunkel se tiró un pedo.
ResponderEliminarY que, encima, muchas veces adulteran el contenido original de la nota.
Si no me equivoco este Diaz no solo trabajaba con Galimberti, si no que ahora trabaja para el PJ bonaerense.
ResponderEliminarMe dicen que es vocero del intendente de Ituzaingó y que estuvo a punto de ser concejal en Morón.
Y que cuando echaron a Fanny Maldenbaun y a varias decenas más de Telefé, en la huelga estuvo del lado de los carneros.
Pongo guita que aparece laburando en Veintitres/Albistur.
Robby.
Aguante Claudio Díaz. ¿Por qué discuten tantas pelotucedes, che?
ResponderEliminarACLARACION PARA EL QUE PUTEO A LORENA MACIEL , QUE LA SIGO TODAS LAS TARDES Y LA CONOZCO DESDE SUS COMIENZOS., QUE MACIEL NO SEA UNA ZURDA RABIOSA COMO MUCHOS DE LOS RETROGRADAS QUE VEMOS HOY EN EL GOBIERNO CON DISCURSOS DEMAGOGOS , NO QUIERE DECIR QUE SEA GORILA CON IDEAS CONSERVADORAS,MUCHACHOS , CALMENSE UN POCO Y NO PUTEEN PORQUE SI A GENTE QUE SE LA JUEGA INCLUSO ESTANDO DENTRO DEL MISMO GRUPO ,,,,O ACASO QUE QUISO DECIR ELLA CUANDO LE DIJO A BONELLI (RESPECTO AL KILOMBO CON D `ELIA
ResponderEliminar"NOSOTROS SOMOS EMPLEADOS",,QUE QUISO DECIR???' CHICOS ,,A CRECER Y A LEER ENTRELINEAS NO??
CARLOS CAMP,
conoci personalmente a Claudio en 2006 cuando vino a mi localidad a presentar su libro "MANUAL DEL ANTIPERONISMO INLUSTRADO" y puedo asegurar que es un hombre de ideales fuertes y de convicciones claas, lo que evidentemente esta haciendo falta en nuestro pais, lamento muchisimo no poder comunicarme con el nuevamente, como tambien lamento el batallon de cosas que se le van a venir encima, pero estoy feliz de que esa imagen que me dejo plasmada en ese 2006, hoy pueda demostrar que es veridica.
ResponderEliminarLibertad de prensa en España...
ResponderEliminarV. GRUPO Z
El Periódico, Interviú, Tiempo…
Rafael del Barco Carreras
¿Quién decidirá el desnudo y escándalo en portada de INTERVIÚ?, ¿o la magnitud de las letras en los titulares de EL PERIÓDICO?, ¿Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el nuevo Presidente de la Junta de Extremadura, el de alguna caja de ahorros financiera, el metalúrgico supuesto comprador, o una mesa de sabios?. Quizá sea el último enredo de Antonio Asensio desde el más allá. Desaparecido él, su imperio se desmoronaba, pero lo salva su entrega al triunfante Socialismo, que a él le importaba un rábano. Su herencia no acabará igual que Cambio 16, Telexprés y tantos más… la quiebra y los juzgados.
La historia de Vueling, con otros colores, se repite. Aquí en lugar de Josep Piqué Camps y su contratante Manuel Lara, interviene Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ex presidente de la Junta de Extremadura y un ex chatarrero convertido en gran empresario a la sombra del Poder en Extremadura, que primero comprará unos periódicos de Prisa, y después, por nada menos 500 o 600 millones de euros (según asciendan las deudas), 100.000 millones de las antiguas pesetas, el Grupo Z. Ampliaciones de capital, créditos con dudosas garantías, y titularidades pignoradas. Nadie invertirá un duro, ¡los locos con tanto dinero no existen! ¡En plena CRISIS!, y aplaude uno de la claca, “era hora que Extremadura se situara a la cabeza en España”. ¡Pobre Extremadura, que caro le saldrá que sus políticos manejen una fábrica de mentiras y autobombo con 3.300 empleados!. Tenía… porque la gran empresa que meses atrás los compradores pujaban por su compra, ahora abre expediente de crisis para quitarse de encima su gran activo, la mayoría de sus 300 directivos. Los reales “compradores”, que supuestamente unirán a las subvenciones y favores de la Generalitat los de la Junta de Extremadura, parece no tienen bastante y anuncian “regularizaciones de empleo”.
Me atrevería pedir desde aquí a algún viejo cabreado directivo de la casa (de los que este jueves, 5-06-08, se manifestaban temiendo por su empleo pero que no movieron un dedo y menos su bolígrafo por mis tres años de prisión preventiva) me contara los pactos y relaciones entre Javier de la Rosa y Asensio para cargar contra mí y soslayar su indiscutible relación (lo escribe el propio JUEZ ESPECIAL que también se olvidó del gran financiero) en el Caso Consorcio de la Zona Franca, ver www.lagrancorrupcion.com
A Asensio, que descabalgó a sus dos socios iniciales, no le hará feliz. Él, ambicioso sin freno, quería ser Murdoch, y un veinte por ciento, que dicen retendrá la familia de un negocio de fantasías en manos de políticos, no le agradaría. La vida y la muerte, y sus futilidades.